Dios para cada muerte que existe sobre la tierra tiene una explicación para darnos, pero es muy difícil encontrársela a ésta y la pregunta que taladra nuestros corazones es ¿por qué Dios decidió esta muerte tan injusta?, pero ¿por donde buscamos la explicación a tamaña medida del señor? ¿No será quizás, que nuestro supremo haya decidido empezar a llevarse a uno de los buenos que todavía existen en la tierra?
Los recuerdos afloran en mi de la misma forma en que una lágrima se esparce por mis mejillas, y veo ese gol que convertiste vistiendo la camiseta de Ferro de Pico sobre la hora frente a Ferro de Alvear en el arco de la calle 13, el 8 de mayo del 2005; como olvidar esa diablura de picar el penal en la definición del PROVINCIAL 2006 ante el mismísimo Pablo Del Potro en el arco de los corrales, como no recordar esa carita de desánimo cuando Montero pitó el final del partido desempate con Alvear Fútbol vistiendo la de Costa en ese 25 de mayo del 2008.
Pero Ian, vos no te fuiste de este mundo para hacernos llorar a todos, vos te fuiste para ser el ángel del Chano, de Chamid, del Nafta y del Tato, tus 4 hermanos futboleros que en cada pase, cada gol, cada festejo elevarán la mirada para verte en lo más alto. Serás el ángel de Martina, ese ser tan mimado por toda la familia y serás el ángel de mamá Gaby y de papá Lito que no se de donde sacan fuerzas aún para estar todavía de pié.
Tal vez nuestro sutil egoísmo de querer quedarnos siempre con los buenos, no nos deja pensar que Dios también tiene los mismos deseos… y te eligió a vos para que lo acompañes.
Que esto solo sea un ¡HASTA SIEMPRE IAN!, porque todos dejaremos algún día de llorar para darnos cuenta… que seguís entre nosotros.
RUBEN OSCAR RIVERO
“980 MASTER DEPORTIVO”
